SAN SALVADOR DE JUJUY.- La mujer acusada de matar a su beba recién nacida y enterrarla en un cementerio jujeño con ayuda de dos amigas se negó a declarar, al comparecer ante la fiscalía a cargo de la investigación y las tres deberán afrontar cargos por homicidio doblemente calificado.
La fiscal de investigaciones penales de San Pedro de Jujuy, Silvia Farall, confirmó los cargos contra la principal imputada en el caso e informó que las otras dos mujeres sospechadas de complicidad sí prestaron declaración indagatoria.
La funcionaria judicial dijo que los primeros resultados de la autopsia determinaron que "la beba estaba con vida al momento de sufrir el traumatismo que le provocó la muerte".
Otras fuentes judiciales revelaron que la pericia preliminar permitió constatar que la beba fue golpeada contra el inodoro.
La fiscal Farall explicó que la primera calificación del delito es de homicidio porque la beba nació con vida y precisó que es doblemente calificado por el vínculo y por el número de participantes.
Asimismo, ratificó que la mujer recibió a ayuda de otras dos mujeres que son amigas y que las tres, imputadas por el mismo delito, están alojadas en la comisaría 24 de la ciudad de Libertador General San Martín, donde ocurrió el hecho entre el 9 y 11 de junio.
La fecha exacta de la muerte del bebé se determinará con otros estudios que se practicaron con la autopsia.
Farral dijo que en los próximos días comenzará la citación a los testigos, para profundizar la investigación, dado que algunas personas vieron ingresar a las tres mujeres a una habitación de un residencial, de la ciudad de Libertador, donde se presume se cometió el crimen.
En tanto, el abogado que defiende a la mujer, Adolfo Sosa Galián, desestimó los trascendidos sobre los hechos, porque "hay detalles que todavía no sé determinaron y están alejados de la realidad".
Fuentes policiales y judiciales dijeron que la principal acusada, de 37 años, fue atendida de urgencia la semana pasada por una ginecóloga en el hospital Oscar Orías de la ciudad de Libertador General San Martín.
Al detectar las lesiones compatibles con un aborto desde el hospital se dio aviso a la comisaría local y la fiscal dispuso la detención de la paciente con custodia policial en el centro de salud.
Si bien no se informó la identidad de la principal acusada, los voceros precisaron que era madre de un hijo de 10 años y había ocultado el embarazo a su familia por motivos que no fueron esclarecidos.
Aparentemente, la mujer confesó detalles del hecho al ser indagada por la fiscal Farral y reveló el lugar del cementerio de Calilegua donde enterraron al bebé.
En el informe preliminar, el médico del Centro Judicial, Domingo Burgos, estimó que la beba nació con vida y que el deceso se produjo a raíz de un severo traumatismo de cráneo.
El abogado Sosa Galián se excusó de dar más datos: "En estos días voy a tener mayores precisiones, tengo que tener mesura y cuidado".
Consultado si iba alegar emoción violenta, el letrado respondió: "Debe haber elementos del tipo emocional, que la fiscalía va tratar de aclarar para el bien de mi defendida y para el bien de la familia de ella". (DYN)